Abuso sexual en Portugal | Caso 5.000 niños han sido víctimas de abusos en la Iglesia portuguesa desde 1950

La comisión independiente que investiga los casos ha presentado e informa con las conclusiones tras más de un año de investigaciones

al menos 4,815 niños y niñas han sido victimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia en Portugal desde 1950. Esta es la principal conclusión de informar presentado este lunes por la Comisión Independiente para el Estudio de Abusos Sexuales a Niños en la Iglesiaun órgano creado para el Conferencia Episcopal portugués a principios de 2022 para investigar los casos cometidos en las últimas décadas.

El estudio, liderado por el psiquiatra Pedro Strecht, ha recogido 512 testimonios de víctimas, ha identificado a algunos de los abusadores y ha establecido recomendaciones para evitar nuevos casos en el futuro.

La gran mayoría de los casos fueron cometidos entre 1960 y 1990 por acción de sacerdotes y prácticamente todas las cosas ya han prescrito. «La mayor parte de las víctimas no cree que haya una reparación posible, pero sí espera una exculpa por parte de los abusadores», ha señalado Strecht. Tan solo 25 de los casos recogidos por la Comisión han sido enviados a la Fiscalía para que sean investigados por la vía judicial, algo que ha llevado a los investigadores a pedir una ampliación de la edad máxima con la que pueden denunciar los casos, independientemente de si Ya han prescrito. La propuesta es extenderla de los 23 años rebajados a 30 años.

El estudio reveló que la edad media de las víctimas cuando sufrieron las agresiones era de 11,2 años. «La característica fundamental del abuso es el poder que el abusador tiene sobre el niño», ha dicho el psiquiatra daniel sampaio, quien ha reconocido que, dentro de la Iglesia, la vulnerabilidad de las víctimas es todavía mayor porque incluye un factor espiritual. «El sacerdocio es la voz de Dios», ha apuntado Sampaio, que sin embargo ha destacado que el problema va más allá del ámbito eclesiástico. Strecht también ha querido resaltar que los abusos cometidos en la Iglesia no representan a la institución en su totalidad. «No hay que confundir la parte con el todo».

Impacto psicológico

El informa de la Comisión se ha centrado en los relaciones con las víctimas y ha tratado de acompañarlas en el proceso, lo cual ha permitido captar testimonios crudos y reveladores. Poco más de la mitad de las víctimas habían contado su historia antes de entrar en contacto con los investigadores. El 77% no había presentado nunca una queja a la Iglesia y tan solo un 4% llegaron a denunciar su caso a la fiscalidad.

La gran mayoría de los abusos fueron cometidos en iglesias, seminarios o confesionarios y un 27% de ellos duraron más de un año. «Las víctimas de abusos presentan mayores riesgos de abuso de sustancias como el alcohol y las drogas y de desarrollar esquizofrenia”, explicó Sampaio a la hora de hablar de las secuelas que los abusos dejan en las víctimas.

A pesar de las importantes consecuencias psicológicas, los investigadores han destacado que la petición de exoneración por parte de los abusadores han sido residuos hasta ahora. El estudio denuncia que en la mayoría de los casos existió una culpa injusta de los niños, en un intento de justificar los abusos sexuales. «Existía una tentación atribuida injustamente a los niños oa la imposibilidad de reprimir los sentimientos», ha asegurado, por su parte, la cineasta Catarina Vasconcelosmiembro de la comisión.

lista de impuestos

Los responsables de la investigación han anunciado que enviarán a final de este mes una lista a la Fiscalía con los números de los abusadores todavía en activo, para que puedan ser investigados, y han pedido una alcalde celeridad de la justicia para evitar una sensación de impunidad por parte de los agresores. «Las víctimas deben denunciante de los delitos si usted tiene que la justicia responde. El factor de tener una posible condena es una inhibición externa para el abusador», ha señalado Sampaio, quien ha requerido una tratamiento psicológico y psicológico para abusadoresmás allá del «acompañamiento espiritual».

La publicación de los resultados del estudio pone punto y final al informar, aunque Strecht ha pedido profundizar más en futuras encuestas para acabar con los abusos a menores, tanto dentro como fuera de la Iglesia. «Vamos a empezar un nuevo tiempo, este no es el final. Aunque hayamos abierto algunas puertas, nos interesa empezar un nuevo tiempo de apertura en relación a los abusos sexuales a niños en general», ha sentenciado.