Crecimiento económico del Reino Unido en mayo: perspectivas y desafíos

Según la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido (ONS), la economía británica creció un 0,4% en mayo, superando las expectativas. Este aumento se enmarca en una serie de cifras positivas desde principios de año, con un incremento acumulado del 1,5% desde diciembre, tras experimentar una modesta recesión técnica en el segundo semestre de 2018.

El crecimiento del producto interno bruto (PIB) en mayo superó las expectativas de los economistas en dos décimas, y se espera que las recientes políticas económicas del nuevo gobierno tengan un impacto positivo en el crecimiento económico. La mejora de las perspectivas sugiere que el gobierno de Keir Starmer podría beneficiarse de una recuperación más fuerte de lo esperado.

Después de una pausa en abril, el crecimiento del PIB en mayo fue el cuarto aumento en cinco meses, lo que respalda la idea de que los efectos de los aumentos de las tasas de interés y la inflación están comenzando a moderarse. La producción de servicios aumentó un 0,3% en mayo, impulsada por sectores como hoteles y restaurantes (2,4%), comercio minorista (1,8%) y arte y entretenimiento (1,2%).

El comercio minorista mostró signos de recuperación después de una caída del 1,4% en abril debido al tiempo lluvioso, y no se espera que esta tendencia se repita en junio. En abril, la producción de la industria de la construcción también se vio afectada, al caer un 1,9%, mientras que la industria manufacturera aumentó un 0,4% mensual.

James Smith, economista de ING, advierte que si bien las cifras mensuales pueden ser volátiles, la tendencia de los últimos cinco meses apunta a una mejora económica significativa. Atribuye el aumento de los salarios reales a una combinación de subsidios salariales y la caída de la inflación, que ha vuelto al 2%.

Según Capital Economics, en el segundo trimestre el PIB podría aumentar entre un 0,5 y un 0,6 por ciento después del aumento del 0,7 por ciento en el primer trimestre. Aunque se muestran escépticos sobre la sostenibilidad del crecimiento, se espera que la economía siga mostrando signos positivos.

Es probable que el Banco de Inglaterra siga centrado en la inflación de los servicios y, aunque hay sorpresas en los datos de inflación, se espera que empiece a recortar los tipos de interés a finales de este año.

Según un informe de Capital Economics, la política fiscal laborista puede favorecer ligeramente el crecimiento, y se espera que el PIB aumente en 2028/29. A pesar de esto, el crecimiento de la productividad sigue siendo un desafío clave para mejorar los niveles de vida a largo plazo en el Reino Unido.

Finalmente, si bien el nuevo gobierno laborista tiene un mandato claro, se espera que se centre principalmente en cuestiones como la salud, la vivienda y la inmigración, sin cambios importantes en la política económica. Las finanzas públicas y la austeridad fiscal no dejan mucho margen de maniobra, aunque se espera que el Reino Unido supere estos desafíos.