Cuando las empresas deciden producir su propia electricidad

En la región, ya nadie le presta atención a estas grandes orejas. Todavía hay algunas fantasías sobre la presencia de una base secreta enterrada bajo estas enormes antenas parabólicas blancas que miran al cielo. Pero, desde su instalación en 1978 en la cuenca de Bercenay-en-Othe (Aube), la estación de satélite se ha mimetizado con el paisaje.

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El alcalde, Jean-Pierre Gitzhoffen, tampoco está descontento con la presencia en su localidad de este telepuerto creado por el Centro Nacional de Estudios de Telecomunicaciones para garantizar, en los años 80, los enlaces telefónicos transcontinentales. Propiedad de Orange, la estación todavía está en servicio.

Cuando empezó, trabajaban allí más de cien personas. Protegido por bosques a lo largo de la cresta de las colinas, el sitio parecía un pequeño pueblo con su mostrador en la sala común y su cancha de tenis, recientemente desmantelados. Desde entonces, la plantilla se ha reducido a una treintena de empleados, pero «el teletransporte ayuda a equilibrar el presupuesto»sonrió el Sr. Gitzhoffen.

Por eso, cuando el alcalde se enteró de la construcción de una planta de energía solar fotovoltaica en las 5 hectáreas de prados en desuso del telepuerto, vio una «prueba de compromiso a largo plazo» en beneficio de su pueblo. El operador de telecomunicaciones también cuenta con los beneficios de su futura central, que está prevista que entre en servicio en 2025. Con una potencia total de 5 megavatios (MW), cubrirá el 20% de las necesidades eléctricas de Bercenay-en -Otro sitio.

En azotea, terreno o estacionamiento

Los 4 MW no consumidos en el sitio serán reinyectados a la red eléctrica según un contrato de compra celebrado en el marco de una licitación de la Comisión de Regulación de Energía. La electricidad producida por estos 25.000 paneles costará algo menos de 5 céntimos de euro el kilovatio hora (kWh), es decir, dos veces menos que el precio que paga actualmente Orange.

Teniendo en cuenta la cuota de facturación generada por la venta de electricidad en la red, el coste baja incluso a 3,6 céntimos de euro por kilovatio hora. En total, Orange estima el ahorro energético generado por la planta en 2 millones de euros a lo largo de veinte años. El operador está tanto más seducido cuanto que la inversión, que alcanza los 5 millones de euros, está íntegramente respaldada por Reservoir Sun, una filial de Engie y el fondo de inversión Ardian.

El constructor de la central eléctrica será remunerado en la venta de electricidad a Orange y en la red, según el llamado modelo de inversor de terceros. “Tenemos otros sitios capaces de albergar este tipo de plantas”, anuncia Michaël Trabbia, director de tecnología e innovación de Orange. Un segundo debería instalarse en el antiguo telepuerto de Pleumeur-Bodou (Côtes-d’Armor), convertido desde 2006 en una ciudad de telecomunicaciones.

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