el cambio de actitud del gobierno belga
La política energética de Bélgica es definitivamente sorprendente. Tras la parada, definitiva en principio, el pasado 31 de enero de uno de los seis reactores nucleares del país aún en funcionamiento -Tihange 2, en Valonia-, los principales ministros federales, reunidos el viernes 3 de febrero, lanzaron la ‘idea de ampliar los tres reactores más antiguos: Doel 1 y 2, en Flandes, y Tihange 1. En teoría, se suponía que los tres estarían desconectados de la red en 2025.
Este es un nuevo e inesperado episodio en la larga saga que comenzó en 2003, con una “ley de salida” nuclear que desde entonces ha experimentado muchos altibajos. Lo más sorprendente, esta vez, es que los ecologistas, fervientes partidarios del cierre total del parque, ya no se oponen a un renacimiento del átomo, aunque sea uno de los suyos, Tinne Van der Straeten, miembro del partido flamenco. Groen, que posee la cartera de energía.
Fue un informe de Elia, empresa cotizada y gestora de transmisión eléctrica, lo que reavivó la polémica. Unos días después de una manifestación de partidarios pro-nucleares que habían reunido, en Tihange, miembros de la oposición pero también representantes electos de la mayoría federal, la nota se filtró la semana pasada. Evoca un riesgo de escasez de energía eléctrica para el invierno de 2025-2026 y el siguiente. Corrigiendo su evaluación anterior, que concluía que la situación estaba bajo control, Elia prevé ahora que el reino podría carecer de 900 megavatios a 1,2 gigavatios, o el 15% de su consumo habitual.
“Gran broma”
Suficiente para soplar un viento de pánico. Sobre todo porque el 9 de enero, al concluir una larguísima negociación con Engie-Electrabel, la gestora del parque nuclear, el gobierno había asegurado que el mantenimiento de dos reactores -Tihange 3 y Doel 4- en funcionamiento hasta 2035 pondría al país a salvo de un apagón Este acuerdo presentado como “histórico” sin embargo, no había eliminado todas las dudas, en particular porque las dos unidades deberán someterse a un trabajo de desarrollo muy importante antes de un final previsto para 2026.
Elia propone un plan para ahorrar combustible nuclear, mediante la modulación de la producción de las centrales en funcionamiento. “¡Una gran broma! », comentó Marie-Christine Marghem, ex ministra de Energía, miembro del Movimiento de Reforma. Su partido liberal francófono, aunque miembro del gobierno de Alexander De Croo, hace campaña por el mantenimiento de todo el parque nuclear e incluso por la detención del desmantelamiento de los reactores Doel 3 (parado el pasado septiembre) y Tihange 2 (encargado arrestado el martes 31 de enero).
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