el exilio permanente de los futbolistas del Chakhtar Donetsk

Jugadores del Chakhtar Donetsk, durante el partido de ida de la Europa League contra el Rennes, en Varsovia, el 16 de febrero de 2023.

El FC Chakhtar Donetsk jugará el jueves 23 de febrero a las 21:00 horas en Rennes la Europa League, una de las copas europeas de fútbol. Un partido fuera de casa entonces. Pero eso no hace una gran diferencia para el club. Durante casi nueve años y el inicio de la guerra de Donbass, este equipo insignia del campeonato ucraniano ya no tiene una dirección fija. “Seguimos moviéndonos, moviéndonos de un país a otro, de una ciudad a otra, de un hotel a otro., explica Yuri Svyrydov, director de comunicaciones de Chakhtar desde 2011. Somos felices cuando tenemos dos o tres días para encontrar a nuestros seres queridos. » El pie es en esencia un oficio del saltimbanqui. En Ucrania en guerra, los jugadores de Donetsk son solo eso: deportistas errantes, pero no digan apátridas.

“Ya no tenemos casaresume simbólicamente Serhi Palkin, de 48 años, director general del club. Es física y psicológicamente difícil. » Esta vida de vendedores ambulantes de fútbol dura desde el 2 de mayo de 2014 y un partido ganado por Donetsk en su ultramoderno estadio de 50.000 asientos, el Donbass Arena. Luego, el este del país se hundió en una guerra entre el ejército nacional y los separatistas apoyados militarmente por Rusia. “Pensábamos que iba a durar dos o tres meses y que venderíamos”, dice Yuri Svyrydov, quien estuvo presente ese día en la grada. El tiempo se hace más largo pero la esperanza está intacta. “Vi fotos del estadio hoy, explica Yehor Nazaryna, de 25 años, centrocampista que se incorporó al equipo en 2022 y que por tanto nunca ha pisado este césped. El área fue bombardeada en 2014, pero la Arena parece intacta. Ella parece estar esperándonos. Espero tocar allí algún día. » El regreso de Chakhtar a su guarida sería uno de los signos tangibles y más que simbólicos de la reconquista de la integridad territorial de Ucrania.

Crueldad de la historia, el 2 de mayo de 2014, el equipo de Donetsk se enfrentó al de Mariupol, la ciudad mártir de la actual invasión rusa. Uno de los primeros actos de los ocupantes rusos cuando tomaron la ciudad portuaria en mayo de 2022 fue disolver el club de fútbol, ​​considerado un potencial fermento de protesta. De todos modos, no quedaba ni una piedra del estadio. El club de Mariupol podría convertirse a su vez en un club sin domicilio, como lo han sido durante tantos años el Chakhtar Donetsk y su vecino Zorya Luhansk, ciudad que también cayó bajo el control de los separatistas prorrusos en 2014.

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