El obispo Munilla apoya a Vox en la polémica del aborto de Castilla y León

18/01/2023 a las 18:04

HEC


El máximo representante de la diócesis de Orihuela-Alicante comparó el protocolo antiabortista del partido ultraprofundo con la norma que se utiliza en las cajas de tabaco

Obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munillase ha pronunciado en sus redes sociales sobre la Polémica iniciada por Vox en Castilla y León en relación con el aborto. El partido de ultraderecha pretende obligar a la mujer que quiere interrumpir su embarazo a escuchar el latido del feto, copiando así el «modelo húngaro» del primer ministro de Hungría Viktor Orbán, también de ultraderecha.

Munilla ha compartido en sus redes sociales una imagen en la que Compara este proceso con el de las cajas de tabaco y apoya sin cortapisas la normativa que ha creado división entre PP y Vox in Castilla y León, los partidos que gobiernan esa autonomía, y que el gobierno central ha signado que no permitirá que llegue a salir adelante.

en este mensaje, el obispo indica: «No añado ni resto una sola palabra al mensaje de esta imagen que os adjunto». En ella, se puede leer lo siguiente: «Compro una cajetilla de tabaco y el Estado me obliga a ver espeluznantes images para que estés bien informado y sepas adónde quieres llegar aunque ‘mi cuerpo sea mío’. veamos un abortar y no pueden hacerme oir el latido del feto para que estés bien informado y sepas a dónde quieres ir porque eres ‘solo mío’. ¿De verdad?

Más comentarios contra el aborto

Es la tercera vez que se pronuncia en sus redes sociales en relación a este tema en apenas cuatro días, siendo la de este miércoles la ocasión en la que más clara ha mostrado su postura. Este martes, Munilla indicó que «hay latidos que despiertan conciencias» Y «imágenes que sanan cegueras», donde se adjuntaba además un vídeo en el que aparecía una ecografía.

Al final de la semana, Munilla opinó que el «concepto de libertad progresista» es «decidir sobrio una realidad sin querer verla ni oírla», aparte además en sus cuentas de Twitter e Instagram una imagen de la bandera de Castilla y León y otra de una mujer tapándose los oídos con tapones y los ojos con un antifaz. En todas sus opiniones, el obispo apunta a la mujer embarazada.

En España, la ley del aborto permite interrumpir un embarazo de manera voluntaria hasta las 14 semanas de gestación. Este plazo solo se puede ampliar hasta las 22 semanas si existe un riesgo grave de salud para la vida de la embarazada, si hay anomalías graves en el feto o si hay presencia de anomalías fetales incompatibles con la vida.

Manifestación contra el aborto

En noviembre, el obispo manifesto frente a una clinica privada que practica abortos, una práctica que sin embargo es multable. En esta ocasión, Munilla consideró que «si el aborto es progresismo, entonces la ley de la selva es la cumbre de la democracia».

En la provincia de Alicante, los abortos voluntarios han aumentado un 7% en un año, en cuyas clinicas y hospitales tienen lugar cada diez interrupciones voluntarias del embarazo en la Comunidad Valenciana. En 2021, última vez recopilada por el Ministerio de Sanidad, los abortos fueron en total 3.351 en el sistema sanitario público o privado de la provincia frente a los 3.122 de 2020. En la gran mayoría de casos, un 93%, fue una petición de la mujer, que puede solicitar la interrupción de su embarazo hasta la semana 14 de gestación; Frente al riesgo grave de anomalías en el feto, el segundo motivo de solicitud, con un 3,5% de los casos.

El pasado noviembre, el obispo Munilla lanzó otro polémico mensaje en sus redes sociales en relación a los embarazos. en el, Munilla pidió «que Dios nos proteja de esta generación»acompañado de una imagen de un estudio en el que un perro aparecía dentro de un carrito de bebé.

El obispo de la provincia alicantina se ha pronunciado en sus redes sociales siempre en la línea de Vox cuando ha habido una polémica con políticas relacionadas con la mujer. También con la ley trans, cuando apenas hace unas semanas pensaron que «el colmo del mercantilismo político» es «convert la antropología en moneda de cambio», acompañado de la etiqueta «ley trans».