En Essonne, el primer hipermercado celebra su 60 aniversario

cumpleaños y fiesta de graduación

Una vez que haya cruzado las puertas de la tienda Carrefour en Sainte-Geneviève-des-Bois (Essonne), es difícil perderse el evento. En los carteles colocados en el techo o detrás de los vendedores, se muestra un número por todas partes: 60, el de los años emitidos desde la creación de este hipermercado, el primero en Francia, el 15 de junio de 1963.

Además de un catálogo especial, numerosas promociones para celebrar las marcas favoritas de los clientes y concursos para ganar repostajes de carreras, así como 2,5 millones de euros en vales, la marca ha previsto una velada el día del cumpleaños. los 150 «mejores clientes», desde los más viejos hasta los más gastadores, así como los que cumplen sesenta años durante el año.

Una apuesta al futuro

Hace sesenta años, el pueblo aún no lo sabe, pero está a punto de recibir una revolución. Tras abrir el primer supermercado Carrefour en Annecy en 1960, Marcel Fournier y los hermanos Jacques y Denis Defforey lanzaron su hipermercado tres años después, inspirados en lo que se hacía en Estados Unidos. Situado frente a la torre del homenaje del siglo XVIII, el edificio está bendecido por un sacerdote y patrocinado por Françoise Sagan, cuñada de Jacques Defforey.

Luego se extiende sobre 2.500 metros y ofrece 450 estacionamientos cuadrados. En el interior, el concepto de «todo bajo el mismo techo» reúne productos frescos, textiles y electrodomésticos vendidos en autoservicio. “Mañana, o soy rico o estoy arruinado”, habría declarado Fournier, el día antes de la inauguración.

En la encrucijada de la innovación

Desde entonces, el hipermercado no ha dejado de innovar. En 2013, fue el primer Carrefour en disponer de un muro digital para la elección de electrodomésticos. En 2017 inauguró en su aparcamiento una huerta vertical de 300 metros cuadrados, cuyas frutas y verduras se vendían en las tiendas. “Solíamos ser una tienda piloto para todas estas nuevas ofertas. », indica Romain Juncker, hijo del director.

Última novedad: el carro conectado. En los estantes, algunos clientes raros empujan uno negro, equipado con una tableta y una balanza. Simplemente escanee los artículos y colóquelos en la papelera. Al final de sus compras, el carro ofrece un código de barras para escanear en una caja automática, sin tener que revelar todo en la cinta de correr.

La crisis de los sesenta

Según Romain Juncker, la tienda, que acoge a 4.800 personas al día, ha crecido un 10% desde enero. Sin embargo, muchos clientes admiten ser más observadores debido a la inflación. “Sentimos que la gente estaba arbitrando sus compras. Destacamos nuestras marcas de primer precio e impulsamos las promociones”, recoger al gerente.

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