En la danza, el desnudo emancipador
La noche. Un fuego. La piel brilla en la oscuridad. Dos cuerpos aparecen en fragmentos. Pechos, espalda, piernas encajan en un rompecabezas que escapa a cualquier anatomía identificada. Una de las criaturas parece inanimada, sacudida como una marioneta, luego se despierta para llevar a la otra, completamente desnuda, sobre su hombro. Su abrazo largo, lento y constantemente repetido se convierte en un viaje sensorial, carnal, una fusión ardiente.
“Les digo a los bailarines que tal día, a tal hora, ensayaremos desnudos. Bloqueamos el acceso, ocultamos las ventanas…” – Olivier Dubois, coreógrafo
Esta escapada íntima se llama paradójicamente espectacular toda una noche. Concebido y bailado por Anna Gaïotti y Tatiana Julien, presentado el 10 de diciembre de 2022 en el Espace Cardin, en París, en el corazón de un círculo de espectadores sentados lo más cerca posible de los intérpretes, pretende mostrar una experiencia profunda y cruda. “Exploramos lo humano y la feminidad cuidándonos, explicar los bailarines y coreógrafos. La desnudez aquí está de más para acercarse a la animalidad, a la naturaleza trabajando también sobre el consentimiento. »
Cautivador, este dúo “donde nos quedamos entre sí e incluso se dan a luz unos a otros”, dicen, se quieren “un acto emancipatorio”, especialmente para el público, “que ve cuerpos crudos en un contexto de mandatos físicos alejados de la realidad”.
Este punto de vista feminista ” no violento “, según las autoras, que abren el Amiens Europe-Feminist Futures Festival el 23 de enero, en la Maison de la culture de Amiens, tiñe la ofensiva de la desnudez, protagonizada principalmente por mujeres artistas, que observamos desde hace un año. “Se trata de combinar militancia y ternura, dice Marinette Dozeville, cuyo programa amazonas está actualmente de gira. Totalmente desnudas ya plena luz, siete mujeres soplan un viento alegre y rebelde sobre la mitología griega. “Busco un cuerpo sin trabas, sin artificios, guiada por la libertad y el placer”, continúa la coreografía. Con el libro colgado del hombro las guerrillas (1969), de la filósofa Monique Wittig, recuerda que “La autonomía de las amazonas era insoportable para un modelo patriarcal de sociedad, como lo son ciertas iniciativas feministas contemporáneas”. Ella insiste en que, “sin entrar en la hipersexualización que sigue instrumentalizando a la mujer, según [elle], [elles] afirmar[ent leur] energía sexual.
“Concepto de venganza”
Que el desnudo invierta los decorados no es nada nuevo, tanto de ello se viste la historia de la danza y del arte. Si en la década de 2000 acampó en un registro plástico o conceptual con Jérôme Bel y Boris Charmatz, ahora impulsa, en el ímpetu #metoo, nuevas historias y temas reivindicativos.
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