en Les Républicains, apoyo que no es unánime

Algunos aseguran la mano en el corazón para estar en contra, otros fijan líneas rojas o dudan antes de ver el texto final tras las enmiendas. Pero todos tienen en común hacer oír una voz disonante dentro del grupo Les Républicains (LR) en la Asamblea Nacional, cuyo apoyo debe evitar a la mayoría un bochornoso recurso a un 49,3 sobre la reforma de las pensiones.

Esperado e imprescindible para el gobierno, ¿caerán como fruta madura los cuarenta votos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta? Sí, en teoría, a pesar de que los trece diputados electos de derechas no votan por el texto tal y como está, según el diario del domingo. Eric Ciotti y Olivier Marleix creen que pueden aguantar sus tropas, pero el presidente del partido y el del grupo en la Asamblea Nacional saben que la práctica parlamentaria a veces se reserva sorpresas, sobre todo en un colectivo de 62 diputados. “caracterizado por individuos que tienen su libertad de voto, que es tanto nuestra fortaleza como nuestra debilidad”resume Stéphane Viry, diputado de los Vosgos.

Designado para ser uno de los dos ponentes del grupo sobre el texto durante su paso en comisión, a partir del 30 de enero –antes de su examen en sesión pública, prevista para el 6 de febrero–, el señor Viry pertenece al clan de los vacilantes, más numerosos que el de los «nonists» asumido por el momento. “Presentaré enmiendas e intentaré mover la reforma durante el trabajo parlamentarioél dijo. No me voy a atar las manos ni antes de que llegue el proyecto en comisión o en el Hemiciclo. Básicamente soy un diputado de la oposición. »

El despertar de la derecha social

Estando en la oposición pero caminando con la mayoría en un texto tan sensible y criticado, la gran brecha requiere demasiada flexibilidad por parte de algunos. «Hoy, la reforma de Elisabeth Borne tal como se presenta no es, advierte Pierre Cordier, diputado relacionado LR de las Ardenas. Cada cinco o seis años, tienes a un Eric Woerth o a una Marisol Touraine reformada que te dice “con mi, estás tranquilo treinta o cuarenta años”. A este ritmo, podemos empujar a 67, 70 y la gente morirá en el trabajo. »

Creer que el texto propuesto por el Primer Ministro electrifica la fibra social entre ciertos LR y revive la nostalgia por los vuelos de Philippe Séguin. Demasiado joven para haber tenido que jubilarse, el ex presidente de la Asamblea Nacional, Maxime Minot (35) también se opone en principio a la proporción de la edad legal de salida a 64 años. “Deberíamos hablar de rentas vitalicias y ya está. La persona que comenzó a trabajar temprano, si hizo 43 anualidades, no veo por qué se le pediría que trabaje más tiempo. El que empezó a cotizar a los 19 como cuidador no piensa «No se cierra a la abstención si los debates avanzan en la dirección correcta sobre la consideración de carreras largas».

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