«Estoy aquí para defender la forma de vida europea que Rusia quiere destruir»
La llegada a Bruselas del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha monopolizado de forma extraordinaria la reunión del Consejo Europeo que se había convocado inicialmente sin mucho contenido. Zelenski concentra a este joven para la tarde todo el interés en el Consejo como había hecho por la mañana en el Parlamento Europeo, ante el que también intervino. Tanto en sus discursos como, sobre todo, en sus reuniones bilaterales con los diferentes europeos, Zelenski pidió sobre todo armas pesadas para su Ejército y sanciones más duras contra Rusia para impedirle utilizar su maquinaria industrial. Todo salpimentado con alegatos epicos en los que el ucraniano sobresale que sabe tocar la fibra sensible y no solamente con su repetitido grito de «¡Gloria a Ucrania!» con el que ha terminado sus intervenciones ante los líderes comunitarios. “Estoy aquí –dijo– para defender la forma de vida europea que Rusia whoere destruir” y para recordar que “Ucrania pertenece a Europa”.
Que Zelenski fuera antes a Londres que a Bruselas no ha causado tanto malestar como el hecho de que el presidente frances, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunieron la víspera en Paris con él. Al menos a la italiana Giorgia Meloni, que se quejó nada más llegar a Bruselas por este gesto que consideró “inapropiado”. Al margen de este detalle, hasta el húngaro Viktor Orbán, que se consideraba el líder europeo más excéntrico en el debate sobre la guerra y también el único que tampoco quería armar a sus ucranianos, pudo salir con normalidad con Zelenski en la reunión del Consejo. .
Para el mandatario ucraniano, que comparció vestido con su uniforme tradicional caqui, participante en la reunión del Consejo Europeo parecía haber sido un anticipo de lo que imagina que sería un acto de rutina si Ucrania fuera ya miembro de la UE como espera con ansiedad . Sobre esto solo obtuvo felicitaciones por la velocidad con la que están poniendo en marcha algunas reformas para acercar à Ucrania a sus futuros socios, particularmente en el campo de la lucha contra la corrupción. Por ahora lo único cierto es que a final de año, con independencia del futuro de la guerra, la Comisión emitirá un informe en el qu’ha al proponente si le parece que esos han sido suficientes avances para comenzar las negociaciones de adhesión, que a su vez serán un proceso muy largo y de resultado incierto.
Por ello, a Zelenski le interesó sobre todo el tema de los refuerzos militares. Ya ha obtenido en Londres la promesa de que recibirá vehículos de combate y aviones de combate. In Paris habló sin duda con el canciller alemán de los tanques Leopard, de los que se espera que jueguen un papel determinante en el frente. Pero en general, las cuestiones concretas se han quedado en un limbo deliberado, en parte porque no se quiere dar a Rusia esta información haciendo públicos los detalles, pero también porque no todos los países han hecho promesas concretas.
Lista de nombres
Sí, según cuentan fuentes europeas, los ucranianos tienen una información muy detallada sobre lo que ya necesitan quién se lo pueden pedir. En la primera solicitud de apoyo, justo al comienzo de la guerra hace ahora un año, los funcionarios europeos se sorprenderán precisamente porque Ucrania envió un pedido con una lista pormenorizada de los elementos específicos que necesitaban y que país disponía de ellos.
Ahora Zelenski ha dado las gracias por todo lo que ha recibido de la UE, que pasa de los 67.000 millones de euros, pero insistió en pedir más celeridad en la entrega de armas. “Les agradezco personalmente por este apoyo inquebrantable a mi país porque no se puede pensar una Europa libre sin Ucrania”, les dijo, sin olvidar recordarles “lo mucho que necesitamos cañones de artillería, municiones, tanques modernos, misiles de largo alcance y aviones de combate”, y además cuanto antes porque “debemos ir más rápido que nuestro agresor”.
Los gobiernos europeos llevan mucho tiempo discutiendo sobre la cuestión de las armas pesadas y sus posibles implicaciones en la guerra. Y a pesar de la visita de Zelenski, la cuestión de los carros de combate pesados y los cazabombarderos se sigue manejando con la más estricta de las cautelas. La Presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, ha apoyó la solicitud ucraniana diciendo que los gobiernos nacionales “deben ahora considerar proporcionar sistemas de largo alcance y los cazas que ustedes necesitan para proteger esa libertad que muchos aquí considerando erróneamente que está garantizada”.
Tampoco ha avanzado en concreto en el décimo paquete de sanciones sobrio el que la presidenta de la Comisión, Úrsula von Der Leyensolo que afectó a personajes públicos, incluidos los propagandistas del régimen de Vladimir Putin, que se dedicaron a intoxicar a la opinión pública rusa, avanzará en aspectos legales que permitan utilizar los bienes recluidos en personas sancionadas para ser empleados en la reconstrucción de Ucrania y en los juicios a los que someter dice ser a los responsables de la guerra.
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