las razones del conflicto entre Clarisse Agbégnénou y su federación
Una campeona olímpica reinante que lucha sola, privada de un entrenador por su propia federación. Esta es la asombrosa imagen que marcó el regreso a la competencia de Clarisse Agbégnénou, el viernes 17 de febrero, en el Gran Premio de Tel Aviv. La francesa, cinco veces campeona mundial de judo y gran esperanza de medalla para los Juegos Olímpicos de París 2024, reanudó la competencia individual ocho meses después de dar a luz a una niña.
La tricolor perdió en cuartos de final y luego en los repescas a -63 kg. El resultado, anecdótico, se vio ensombrecido por este conflicto ahora público entre los judokas y la Federación Francesa de Judo y Disciplinas Asociadas (FFJDA). En cuestión, la marca del kimono de Clarisse Agbégnénou.
El punto muerto se deriva de la disensión relacionada con la firma de un acuerdo entre Agbégnénou y la FFJDA. Este documento determina los derechos y obligaciones que vinculan a los deportistas de alto nivel ya su federación. En particular, regula la práctica competitiva, el seguimiento médico, los derechos de imagen, el entrenamiento de los atletas y… su equipamiento. Sin embargo, desde hace tres años, Clarisse Agbégnénou no está vinculada por ningún acuerdo. A su llegada al frente de la Federación Francesa de Judo, en noviembre de 2020, Stéphane Nomis rompió la convención creada por su antecesor a la espera de fijar los términos de un nuevo acuerdo con Agbégnénou. Pero la campeona, que se fue de baja por maternidad tras su título olímpico, estuvo lejos de los tatamis. El caso se prolongó… antes de recuperarse, el lunes 13 de febrero.
“Irrespetuoso y Ubuesco”
“La federación me pidió que me adhiriera de la noche a la mañana, sin discusión, a este nuevo acuerdo, explica Agbégnénou a Mundo. Tout à coup, on m’imposait une participation aux championnats de France – alors que le calendrier international est déjà très dense –, on exigeait que je demande une autorisation à la fédération avant d’intervenir dans des clubs ou encore de porter un kimono Adidas en competición. No lo firmé. » El campeón, que está comprometido a título personal con otro fabricante de equipos, el japonés Mizuno, se encuentra entonces de urgencia con Stéphane Nomis, presidente de la federación, en el Instituto Nacional del Deporte, Experiencia y Rendimiento (Insep), en Vincennes (Val- de Marne).
Pero la inminencia de su regreso a la competición empeorará los intercambios. El día antes de partir hacia Tel Aviv, la federación envió urgentemente kimonos Adidas a Clarisse Agbégnénou. “En ese momento, claramente me amenazaron con que habría consecuencias si no usaba estos kimonos. O no tuve tiempo de acostumbrarme y no tenía a mis patrocinadores”., reacciona el judoka. Ante las reticencias de la tricolor, el presidente de la federación aboga como último recurso por un kimono neutro, a la espera de una decisión posterior.
Te queda el 62,99% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.