Los líderes de la izquierda latinoamericana recuerdan en Caracas a Chávez en el décimo aniversario de su muerte

El polvoriento mausoleo del ‘4F’ de Hugo Chávez fue limpiado de telarañas este domingo y ornamentado con flores frescas por orden de Nicolás Maduro que había invitado a sus antiguos amigos, ex presidentes latinoamericanos, para conmemorar los diez años de la muerte de Chávez.

Entre los invitados ilustres no podía faltar el cubano Raúl Castro, el hondureño manuel zelaya y el boliviano evo morales, quienes acudieron a Caracas para participar de los actos conmemorativos del padre del chavismo, cuyo cuerpo yace en el cerro del antiguo Museo Militar, convertido en el mausoleo del 4F.

Chávez saltó a la fama cuando en la madrugada del 4 de febrero de 1992 se dirigió desde el Museo Militar una intentona golpista contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, siendo un joven paracaidista del Ejército.

«La mejor manera de recordar al comandante Chávez no es llorar. Me dejé de eso hace tiempo. Non es recordarlo como pasado, sino como presente, como reto de futuro. Recordarlo como compromiso de honestidad, de ética, siendo leal al pueblo”, dice Maduro al no olvidar las veces que habló con el espíritu del muerto transmutado en un pajarito.

El carismático comandante golpista marxista, que nunca leyó El Capital, llegó al poder con los votos en diciembre de 1998 y murió el 5 de marzo de 2013, según anunció Maduro. Su muerte, si fue en la fecha anunciada por su heredero o si ocurrió antes el 30 de diciembre del 2012 pour un cáncer fulminante, nunca fue aclarada oficialmente por los médicos forenses.

Gracias a la prolongada bonanza petrolera, su legado autoritario y autócrata se expandió en América Latina, particularmente en Argentina, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y México. Con el paso del tiempo la figura de Chávez, así como sus destartaladas estatuas, han ido perdiendo brillo y vigencia.

El legado de Chávez: destrucción y destrucción

Diez años después de su fallecimiento es difícil que la mayoría de los venezolanos lo recuerden sin relacionarlo con la tragedia y el gran sufrimiento que han padecido. La destrucción de la industria petrolera y manufacturera, la hiperinflación del 35.000% durante 5 años, la caída y desaparición del bolívar con sus 14 ceros ocultos, la infraestructura hospitalaria y escolar arruinada y lo peor a diáspora de 7 millones de migrantes y unos 270 presos políticos militares y civiles.

El politólogo Guillermo Tell Aveledo Coll sostiene que Maduro continuó “fielmente la línea autoritaria y económicamente interventora de Hugo Chávez, lo cual potenció aún más los efectos nocivos de esas políticas que agravan la crisis. Es solo colgante estos últimos tres años que Maduro en lo económico se ha apartado en alguna medida del legado de Chávez y por ello ha sido criticado como traidor por algunos sectores ortodoxos de la izquierda”.

Maduro demandó a lavarse la cara con medidas económicas neoliberales y devaluación con la creación de burbujas, dejando atrás el modelo de su predecesor. Ayer mismo declaró que había destruido el Manual de la Economía Productiva Socialista que se venía aplicando hasta ahora.

Pesado a que la apertura el régimen de Maduro mantuvo intacta su deriva autoritaria, con lo cual se puede afirmar, sin ninguna duda, que Venezuela sigue bajo el modelo político instaurado por Chávez, dicen sus críticos.