“Mujeres hablando” de Sarah Polley, feminismo en un plató
“¡Desde esta mañana, tres periodistas me han preguntado si creo que el feminismo está yendo demasiado lejos! » La directora canadiense Sarah Polley ha estado promocionando su película a nivel internacional durante varios meses. mujeres que hablan (en cines el 8 de marzo) con Rooney Mara y Claire Foy, adaptación de la novela lo que ellos dicen (Buchet-Chastel, 2018) de la canadiense Miriam Toews sobre una serie de violaciones en una comunidad cristiana tradicionalista en Bolivia. Y sus primeros intercambios con la prensa francesa la desconcertaron. “¿Que está pasando aqui?” », el cineasta de 44 años es sorprendido con una carcajada. “Yo suelo decirles que la pregunta sería relevante si las mujeres tuvieran más poder e influencia que los hombres, lo que todavía está lejos de ser el caso. »
Aclamada por la prensa, la película de Sarah Polley fue dos veces nominada a los premios Oscar, cuya ceremonia tendrá lugar en Los Ángeles el domingo 12 de marzo, en las categorías de mejor película y mejor guión adaptado.
La cineasta no está en la lista de los mejores directores, no hay ninguna mujer. “Sabía que yo mismo no tenía ninguna oportunidad, comenta Sarah Polley, pero tengo muchas esperanzas de que una directora negra sea nominada. Entre Alice Diop [Saint Omer]Gina Príncipe Bythewood [The Woman King] y Chinonye Chukwu [Emmett Till]aún quedaba mucho por hacer… Todavía hay cosas que cambiar en los Oscar, pero, en realidad, me gustaría que la reflexión se centrara más en los cambios sistémicos que en los gestos simbólicos. »
Todo el espacio para las palabras de las mujeres
Sarah Polley está al frente de este cine anglosajón que plantea la cuestión del feminismo a imagen de la reciente película Ella dice, de Maria Schrader, adaptado de la investigación de dos periodistas de la New York Times sobre los crímenes del productor estadounidense Harvey Weinstein. El título de la película de Sarah Polley, mujeres que hablan (“ mujeres que hablan “), es, dice ella, “un contraste para algunos hombres” : “Sienten que es una forma educada de decir que las mujeres les van a gritar durante dos horas. »
Esta hora cuarenta y cinco, tensa y densa, sí deja mucho espacio para las palabras de mujeres discutidoras, que se cuestionan a sí mismas y, por primera vez en sus vidas, ponen palabras a la opresión de la que son víctimas. El guión está inspirado en un hecho real: una serie de violaciones cometidas en una comunidad menonita de Bolivia, cuando los agresores administrativos administraban a sus víctimas un poderoso anestésico.
“Como cineasta, ya no siento que tengo que demostrar constantemente mi competencia o mi legitimidad. sarah polley
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