Nicaragua rompe relaciones con la Santa Sede tras las declaraciones del Papa

El régimen de Daniel Ortega ha ordenado la ruptura de relaciones diplomáticas con el padre Sede. La decisión la adoptó cuanto antes para hacer público un vistazo en el que el Papa Francisco calificó como una “dictadura hitleriana” al Gobierno de Nicaragua, cuyo máximo directo, Daniel Ortega, comentó que padece “un desequilibrio”.

Fuentes diplomáticos en Roma confirmaron al medio nicaragüense ‘Confidencial’, cuyo director Carlos Fernando Chamorro vive en el exilio debido a una persecución del régimen, que el representante del Gobierno Sandinista ante la Santa Sede comunicó verbalmente la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del Santo Padre.

Era la primera vez que Papa se refirió de forma tan contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica, el último de ellos hacia el obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión, acusado de traición a la patria: «Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no apoyaron el exilio», dijo Francisco en referencia a la decisión de Álvarez de no abandonar el país como sí hicieron, de manera forzada, 222 presos políticos.

De esta manera, Ortega y Murillo pondrán fin a un vínculo diplomático de al menos 115 años, hay que la relación entre Nicaragua y la Santa Sede nacieron en 1908. Sin embargo, la convivencia entre los sandinistas y la Iglesia Católica de Nicaragua ha estado marcada por rocas y desconfianzas en los últimos 43 años.

Nicaragua se sumará a un reducido grupo de trece países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cuatro de ellos tienen gobiernos comunistas —Vietnam, Corea del Norte, China y Laos— y ocho son Muslims —Somalia, Oman, Mauritania, Maldives, Islas Comoros, Brunei, Afganistán y Arabia Saoudí—, el otro es Bután , un reino budista en el sur de Asia.

De acuerdo con la fuente diplomática consultada por ‘Confidencial’ en Roma «al representante de la Nunciatura en Managua la dio una semana para irse del país».