Productores de cereales, grandes ganadores del aumento de los ingresos de los agricultores en 2022
Eric Thirouin, presidente de la Asociación General de Productores de Trigo (AGPB), lo reconoce de inmediato: “2022 se mantiene como un año excepcional. » Difícil demostrar que el productor de cereales de Eure-et-Loir está equivocado, en vista de las cifras publicadas, en diciembre de 2022, por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee). Según sus estimaciones, la producción agrícola francesa debería acercarse al listón simbólico de los 100.000 millones de euros, a 95.800 millones de euros, firmando un espectacular eslabón del 17,4%.
El aumento de los precios de las materias primas, del trigo a la cebada, pasando por la colza, el azúcar y el maíz, sin olvidar la mantequilla o la leche en polvo, ha supuesto un golpe de suerte para la agricultura francesa en 2022. La reacción negativa de los precios de los cereales y las oleaginosas había ya comenzado en 2021. La salida de la crisis ligada al Covid-19 y las compras de China, ansiosa por reforzar sus stocks de productos alimentarios, habían puesto de manifiesto fuertes tensiones de oferta. La invasión de Ucrania por las tropas rusas hace apenas un año aumentó aún más la presión especulativa sobre los productos básicos agrícolas.
Los precios alcanzaron su punto máximo en mayo de 2022. En su máximo histórico, la tonelada de trigo de molienda cotizaba a 438 euros en Euronext. Un nivel de precios que hace temer poner en peligro a las poblaciones de los países más pobres y altamente dependientes de las importaciones.
El acuerdo de granos concluido a fines de julio de 2022 entre Moscú y Kiev, bajo la égida de Turquía y las Naciones Unidas, para garantizar las exportaciones de granos desde los puertos ucranianos, redujo la presión. Se renovó, a mediados de noviembre de 2022, por ciento veinte días. Gracias a este acuerdo, el flujo de exportaciones ucranianas ha vuelto a su nivel habitual de 5 millones de toneladas, todos los cereales combinados. Por lo tanto, los precios cayeron al final del verano, especialmente porque la cosecha mundial fue favorable.
El ganadero al final de la mesa
En este contexto, el precio de los cereales franceses habría dado un incremento medio del 33% en 2022, según el INSEE. Y aunque la sequía y las altas temperaturas causaron preocupación, finalmente la producción de cereales cayó un 10% en comparación con 2021. Otro factor favorable: la cosecha de colza fue abundante.
Por lo tanto, los productores de cereales deberían ser los grandes ganadores en 2022. Sobre todo porque el aumento del precio de los fertilizantes o la energía solo ha afectado parcialmente la cosecha de trigo, anticipándose a las compras de insumos. Esta buena fortuna llega después de una añada 2021 ya muy favorable. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, el corriente antes de impuestos, es decir, la renta agraria de un cerealero, era de 57.000 euros en 2021. Cuando la del ganadero se estancaba en la parte inferior de la tabla, en 20.400 euros.
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