Qué hay detrás de la disputa entre Mauricio Macri y Horacio R. Larreta

Mauricio Macri sigue al pie de la letra el manual de todo expresidente que lucha por moderación su poder habrá encontrado ante dos caminos: ser nuevamente candidato a la Casa Rosada o tener una influencia determinante sobre su eventual sucesor o sucesora. El mayor riesgo para alguien como él, que siempre fue jefe -en las empresas de su padre, Franco; en Boca; en el PRO; en la Ciudad y en la Presidencia- es anunciar que en la etapa que viene, ante el eventual regreso de Junto por el Cambio al poder, ya no lo será.

Uno de los clasicos de la literatura politica “La silla del Águila”, del mexicano Carlos Fuentes, la dedica buena parte de la obra a decribir cómo el poder puede pasarse de las manos de un Presidente -es también aplicable a ex-presidente- cuando designa su delfín. The ocurrió en parte en la Ciudad, que gobernó entre el 2007 y el 2015, donde Horacio Rodríguez Larreta hizo olvidar en sus ocho años los dos mandatos precedentes de quien lo designó su delfín. No obstante, Macri retuvo el poder devenido de su presidencia y de haber sido en tres décadas el único directo no peronista que finalizó su mandato y enfrentó a Cristina Kirchner.

Si el líder del PRO anunciaba que no había competencia, inmediatamente seguía un proceso de entronización de quien lo reemplazaría: Larreta, Patricia Bullrich o María Eugenia Vidal. Que se consolidaría si alguno de ellos llega a la presidencia.

Tras un mes de su periplo europeo, en el que posó para la foto junto a Leo Messi y el ‘Dibu’ Martínez con sus esposas tras obtener los premios The Best, además de dar clases en la Universidad de Bolonia y cumplir con sur rol en FIFA, Macri regresará esta semana a la Argentina. Y no será de una manera inadvertida. Presentará su libro «Para qué» nada menos que en Rosario, atravesada por la violencia narco y por la polémica entre un kirchnerismo insensible y negligente, y una oposición junto a una ciudadanía que reclama un Estado que los protege.

Pero en lo estratégico, Macri extendería en abril la incertidumbre acerca de si será precandidato presidencial o no en las PASO de JxC. Pesado que algunos directentes esperaban «jubilarlo», la idea es mantener viva esa posibilidad. ¿Puede darse el lujo Juntos por el Cambio de tener abierta esa definición?




Mauricio Macri mostró con su primo Jorge Macri, en una señal para la candidatura en la Ciudad.

El larretismo ya no oculta que detrás de los movimientos de Macri, de reuniones con Facundo Manes -un crítico recurrente de Larreta- oa solas una hora y media con Jorge Macri marcando que es su preferida en la elección porteña y dejando en claro que hará todo lo posible par que Martín Lousteau no sea el próximo Jefe de gobierno porteño, está su intención de marcar quién manda en el PRO y conservar ese poder. La respuesta es, “si Macri es candidato, Horacio lo enfrentará”.

El bullrichismo es más interesante. Cerca de Patricia aseguran que confirmaron con Macri una relación de confianza en la que pueden hablar de todo, pero siempre con la claridad de que la responsabilidad del Gobierno es del Presidente. «No es un pacto ni un acuerdo, por lo menos en el caso de Patricia. No sabemos si de Larreta”, chicanean en el entorno de la precandidata.

Quienes dialogan usualmente con Macri, brindan dos definiciones. Presidential ninguno tiene su apoyo, y es poco probable que compita en las primarias. También deslizan que con él nunca hubiera crecido la amenaza de Javier Milei «porque él ocupaba ese lugar» a la derecha de la coalición. Mensaje para el Jefe de gobierno porteño.

Hay un convencimiento de que el ex-president ganaría la interna pero llueven las dudas en la elección general y más aún, el nivel de conflictividad de un eventual segundo mandato. De todas maneras, un legislador del PRO parafrasea al rol de Cristina Kirchner en 2019: «Con Macri sólo no alcanza, pero sin Macri no se puede».

Otras definiciones se reducen al macrismo duro, sobre todo, respecto de la Ciudad. Que Jorge Macri debe ser el candidato unico del PRO, que es el único que le gana a Lousteau porque su diferencial es la gestión, y que «si los radicales agarran la Ciudad, la chocan».

Aflora un debate subterráneo, ya veces no tanto, entre el macrismo y el larretismo-radicalismo que excede las candidaturas y tiene que ver con las políticas que debería llevar adelante un gobierno de Juntos por el Cambio, lo que incluso terminará convirtiéndose en una crítica a la gestión porteña.

Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Martín Lousteau y Diego Santilli, en Mar del Plata.  Prensa: Gobierno de la Ciudad


Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Martín Lousteau y Diego Santilli, en Mar del Plata. Prensa: Gobierno de la Ciudad

La cuestión es eficiencia y control estatal. Para Macri y sus incondicionales, la Ciudad no puede seguir aumentando el gasto, creando más impuestos y olvidándose del sector privado, en medio de la actual crisis económica. Porque hay un enojo en crescendo de comerciantes y pymes, agobiados por la presión impositiva.

«El radicalismo grita que más Estado siempre está bien», interrogador. Desde allí vendría la estratagia de molestia contra Gerardo Morales y Lousteau. Recuerdan que fue el propio Macri quien militó el rechazo a dos leyes que se trataron en el Congreso a fines del 2022 comme la creación de nuevas universidades, o el apoyo de dos diputados de la UCR a favor de una reforma previsional en Tierra del Fuego que habilitaba a los empleados estatales a jubilarse a los 55 años.

El rechazo de un sector de la UCR al expresidente ya no se disimula demasiado. Un dirigente nacional constató que durante la gestión de Macri en la Casa Rosada «the subimos los impuestos to the media class para pagar los planes sociales»dejar constancia que se duplica el monto de los beneficios de 250 mil a 500 mil.

También apuntan que Durante sus dos mandatos en la Ciudad tuvo déficit en todos los años menos uno, y sufrió la planta de los empleados públicos. Sólo con Larreta se obtuvo superávit, argumentan. Al igual que las provincias gobernadas por el radicalismo como Jujuy y Corrientes.

«Los argumentos son falsos. Lo que en realidad esconden el objetivo de seguir concentrando el poder del PRO, para no compartirlo con la UCR y con nadie, si ganamos en la Nación y en la Ciudad; y eso los desespera”aseguran voces del centenario partido.

En 2015, la sucesión de Macri desapareció de una duración interna entre Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, que parecía la preferida del PRO. Macri salió a respaldar a su Jefe de Gabinete, que finalmente se impuso y lo sucedió. ¿Volverá a ocurrir lo mismo o es un enlace roto?

Una de las argumentales teorías que circulan en el hábitat macrista es que el error del Larreta fue disputarle el liderazgo a mauricio antes de ganarle y tener poder. Tal como cuando Néstor Kirchner le ganó la elección legislativa a Eduardo Duhalde – Cristina Kirchner venció a Chiche Duhalde en la elección legislativa para el Senado- y después le quitó el liderazgo. Cree que esta situación fue aprobada por Bullrich para apropiarse del discurso del expresidente y mostrare como la heredera de Macri, rol que hasta hace un año ostentaba Larreta.

Al parecer, en lugar de reducirse, las diferencias en el PRO se acrecientan más allá de los números. Y salpican, invariablemente a Juntos por el Cambio ¿Qué tan de acuerdo están en la oposición acerca de qué plan llevar adelante y cuál es la salida a la compleja situación económica? ¿Qué tan sólida es la sociedad del PRO, la UCR y la Coalición Cívica?

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