qué Parques Nacionales visitar en las vacaciones

Todas las geografías, todos los paisajes, todos los climas. Selva frondosa, húmeda y cerrada; estepa árida y mesetas a la distancia, de líneas perfectas. Montañas de cumbres nevadas y humedales donde asoman yacarés y carpinchos.

Cascadas, ríos, lagos; vegetación achaparrada y un entorno desértico. Pasarelas de madera o senderos intrincados marcados con la acumulación de pasos. Refugios y áreas de acampe. Visitas de un rato y excursiones de varios días.

Elijas el destino que elijas dentro del país, siempre tenés la chance de cruzarte con algún Parque Nacional y dejarte envolver por la naturaleza, por los escenarios espectaculares que protegen -incluyendo fauna autóctona y especies en peligro de extinción- y por las diferentes actividades que proponen, sean aventuras extremas o paseos calmos y relajantes, además del legado histórico y cultural.

Actualmente, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Argentina tiene 18.275.722 hectáreas resguardadas bajo diferentes categorías, entre ellas, 39 Parques Nacionales.

Aventura en lancha en el Parque Nacional Iguazú. Foto Parques Nacionales

Hay también Reservas (nacionales, naturales,naturales educativas, estrictas o silvestre), un Parque Federal, Parques Interjurisdiccionales Marinos y Monumentos Naturales que incluyen animales como la ballena franca austral o el yaguareté, o un lugar, como Laguna de los Pozuelos, en Jujuy. Ingresá acá para ver el listado completo de áreas protegidas.

Parques Nacionales: pasado y presente

Pero la historia de los Parques Nacionales empieza mucho antes de todas estas cifras y categorías.

En 1902 y por encargo del gobierno, Carlos Thays, el famoso paisajista, arquitecto y naturalista -cuya marca vemos en muchos espacios verdes y estancias de la Argentina- se abocó a estudiar detalladamente el área de las Cataratas del Iguazú para proyectar un parque nacional que tendría 25.000 hectáreas.

Kayak en el PN Los Alerces, Patrimonio de la Humanidad. Foto Turismo EsquelKayak en el PN Los Alerces, Patrimonio de la Humanidad. Foto Turismo Esquel

Pero el perito Francisco Moreno se le adelantó cuando cedió a la Nación tres leguas cuadradas (7.500 hectáreas) al oeste del lago Nahuel Huapi para que “sea consagrada como parque público natural”, como escribió en una carta de 1903.

Se sumaron tierras, se hicieron más estudios y el 8 de abril de 1922 se creó el Parque Nacional del Sur. En 1934, Exequiel Bustillo impulsó la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi (sobre aquel primer parque) y el de Iguazú.

Parque Nacional Pre-Delta. Foto Parques Nacionales.Parque Nacional Pre-Delta. Foto Parques Nacionales.

Entonces, la Argentina resultaba el tercer país de América en crear parques nacionales, después de Estados Unidos y Canadá.

Con el tiempo, se fueron sumando nuevas áreas protegidas.

Entre las últimas incorporaciones están el Parque Nacional Ansenuza en Córdoba, ahí donde está la laguna Mar Chiquita (o Mar de Ansenuza), una zona tradicionalmente turística, junto con el Islote Lobos en Río Negro y Laguna El Palmar en Chaco. Estos dos últimos aún no cuentan con infraestructura que permita visitas.

Observación de aves en Ansenuza, Córdoba. Foto Pablo RodasObservación de aves en Ansenuza, Córdoba. Foto Pablo Rodas

También se ampliaron el PN Aconquija en Tucumán y el Pre Delta en Entre Ríos. Y se crearon el Parque Federal Campo San Juan en Misiones, la Reserva Natural Silvestre Marismas del Tuyú en Buenos Aires y la Reserva Natural Educativa Cerro Pistarini, en Córdoba.

Visitantes y postales

Se estima que, cada año, los Parques Nacionales reciben unos 4.000.000 de visitantes. En el ranking de los más visitados, encabeza la lista Iguazú en Misiones: en lo que va del año ya pasaron por allí 1.200.000 personas.

Le siguen Los Glaciares en Santa Cruz -con ingresos tanto desde El Calafate como desde El Chaltén, la Capital Nacional del Trekking-; Tierra del Fuego, el área protegida más austral de Argentina, allí donde la Cordillera de los Andes se encuentra con el mar; el Nahuel Huapi y Lanín, entre otros.

Parque Nacional Tierra del Fuego, el más austral.Parque Nacional Tierra del Fuego, el más austral.

Junto con la mayor cantidad de visitantes, en estos parques hay que abonar un ingreso (algunos $ 2.500; otros $ 1.500, los adultos residentes argentinos).

Hay parques gratuitos y también otros menos conocidos -algunos con un acceso más complicado o pocos servicios-, pero todos con valiosos tesoros.

El Parque Nacional Copo, en Santiago del Estero, es uno de los últimos reductos del quebrachal y de difícil acceso. El Río Pilcomayo, en Formosa, resguarda lagunas y esteros, pastizales con palmeras, islas de bosques y selvas en galería que acompañan las márgenes de ríos.

Parque Nacional Lihué Calel. Foto Parques NacionalesParque Nacional Lihué Calel. Foto Parques Nacionales

Quienes van en auto desde Buenos Aires hasta Bariloche, por ejemplo, pueden programar una pasada por Lihué Calel, en La Pampa, con senderos de dificultad baja y media, a pie y en bici.

Interesante: se pueden ver vestigios de antiguas culturas como un alero con pinturas de más de 1300 años, enterratorios de pueblos originarios que habitaron la zona y también restos de la vieja Estancia Santa María de Lihué Calel.

Bosque de Arrayanes, otra de las postales de la Patagonia.Bosque de Arrayanes, otra de las postales de la Patagonia.

¿Cuál es el parque más pequeño? Los Arrayanes, Neuquén, con 1.796 hectáreas: fue creado en 1971 como área protegida separada del PN Nahuel Huapi y protege específicamente los ejemplares de arrayanes que tienen más de 15 metros de alto y más de 650 años de antigüedad.

¿El más grande? Los Glaciares, en Santa Cruz, con 726.927 hectáreas y gran fama por el glaciar Perito Moreno, que también es Patrimonio de la Humanidad.

Este título mundial también lo tienen el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut -con el Alerzal Milenario-, Talampaya en La Rioja -comparte cartel y riquezas con el Parque Provincial Ischigualasto en San Juan- e Iguazú en Misiones…. y las Cataratas están en la lista de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.

Una escapada al PN Ciervo de los pantanos. Foto Parques Nacionales.Una escapada al PN Ciervo de los pantanos. Foto Parques Nacionales.

¿Sabías que tenés un parque a menos de 70 km de Capital? Es el PN Ciervo de los Pantanos, en terrenos de la Reserva Otamendi (actualmente cerrado por mantenimiento; calculan que reabrirá a mediados o fines de noviembre).

Está claro: de norte a sur del país, la variedad de paisajes y de experiencias es enorme.

Asomarse a la Quebrada del Condorito en busca de cóndores, en Córdoba. Sumergirse en el verde de la selva y el tronar de los saltos de agua en las Cataratas.

PN Quebrada del Condorito, en Córdoba. Foto Parques NacionalesPN Quebrada del Condorito, en Córdoba. Foto Parques Nacionales

Hacer trekking en los alrededores de Bariloche y pasar la noche en algún refugio del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Acampar en El Palmar o en Pre Delta, ambos en Entre Ríos, y disfrutar de la observación de aves y animales como carpinchos, zorros y yacarés… que también se pueden ver en la vecina Corrientes, en los parques Mburucuyá e Iberá.

Monte León, en Santa Cruz. Foto Parques NacionalesMonte León, en Santa Cruz. Foto Parques Nacionales

O ir en motorhome o casita rodante a Monte León, en la costa patagónica. Alzar la mirada para ver las estrellas y visitar el observatorio de El Leoncito, en San Juan.

Caminar bajo la luz de la Luna en Talampaya o divertirse, de día, con el eco que se genera en la Chimenea del “Jardín Botánico”, una de las “estaciones” del parque.

Observatorio El Leoncito. Foto Parques NacionalesObservatorio El Leoncito. Foto Parques Nacionales

Navegar hasta la Isla Pingüino, en Puerto Deseado, y observar de cerca a los pingüinos de penacho amarillo, la única colonia de esta especie -pelos parados en la cabeza, ojos rojos, cejas amarillas- fácilmente accesible.

Los pingüinos de penacho amarillo. Foto Darwin ExpedicionesLos pingüinos de penacho amarillo. Foto Darwin Expediciones

O, en la otra punta del país, en el Noroeste, conocer el Parque Nacional Los Cardones de Salta, y recorrer, por ejemplo, la recta del Tin Tin, con uno de los cardonales más grandes de Sudamérica. O sumergirse en la Selva de las Yungas en Calilegua, Jujuy.

Hay mucho más. Ahora te toca elegir qué experiencia disfrutar.