Ribera abogó por un plan europeo contra la crisis energética que no dependa de la «capacidad fiscal» de los estados

La vicepresidenta tercera planteó una «transformación del sistema financiero global» y pide más involucrar a la gran banca en la transición ecológica

La solución a la autonomía energética de Europa no es sólo cosa de eléctricas y petroleras. Ni sello de los gobiernos. Like lo ha apuntado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transicin Ecolgica, teresa riberaquien ha pedido un plan coordinado ya largo plazo en la Unin Europea y ha grabado que la solucin a la crisis energtica no puede depender únicamente «de la capacidad fiscal de los estados».

Ribera, en su discurso de apertura en el IV Foro Internacional Expansin que se celebra hoy y mañana en Alcalá de Henares, ha puesto de plantear la «resiliencia y la flexibilidad» que ha demostrado la UE al absorber «una reducción a casi cero» del suministro de combustible ruso por gaseoducto, una situacion que ha acelerado «transformaciones de fondo que han correspondido al a prxima Comisin».

Entre los grandes retos de la presidencia del turno español en el segundo semestre del año, Ribera ha advertido la transformación acelerada del modelo energético, el establecimiento de relaciones de vecindad y globales más equilibradas, así como la transformación y modernización del tejido productivo europeo, al que la crisis europea ha puesto «bajo presin».

El vicepresidente anotó que la industria europea se vio obligada a lidiar con una diferencia de costes sustancial respecto a sus otras potencias globales. A esta situación, registró Ribera, se ha respondido con medidas domésticas y coordinadas a nivel europeo, «medidas temporales que no pueden basarse exclusivamente de la capacidad fiscal de los estados, sino que deben abordar de fondo las grandes cuestiones que no permiten estabilidad, predictibilidad y viabilidad de los precios energéticos».

Teresa Ribera ha sugerido que la transición ecológica requiere de una mayor implicación por parte de los petroleros y gasistas, pero también de una «transformación del sistema financiero mundial» y ha reclamado más implicación de los grandes bancos, tanto de las entidades de desarrollo como del sector privado, a los que ha pedido tomar «decisiones compatibles con la transición ecológica».