Se demora el aumento salarial para colectivos y la UTA amenaza con un paro la próxima semana

El gremio que lidera Roberto Fernández había adelantado en un acuerdo por una suba para los choferes de 31% para el primer semestre. Pero la firma está demorada porque las empresas de colectivos reclaman un incremento de los subsidios al sector.

La conducción de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio que agrupa a los choferes de colectivos, expuso este miércoles su malestar por la falta de avances en la definición del incremento salarial por la actividad, y amenazo con paralizar los servicios desde la próxima semana si no se cierra un entendimiento para el primer tramo de las paritarias de 2023.

El anuncio fue lanzado desde el capital del gremio que conducirá el director Roberto Fernández ante el retraso en las negociaciones por la subba salarial que reclaman los choferes y el costo de un complemento de $20.000 pactado en septiembre pasado y que los trabajadores sienten percibir desde enero.

El Gobierno quiere intervenir para la solución del acuerdo en paritarias. El aumento es el sostén de los trabajadores y no permitiremos ser juguetes de las partes negociadoras. Por lo tanto, si esta semana no tendremos ningún acuerdo habrá inconvenientes en los servicios”, anticipa cerca de Fernández.

A mediados de enero el sindicalista había acercado posiciones con el Gobierno y con representantes de las cámaras empresarias del transporte de pasajeros para vender un acuerdo salarial que implicaba un incremento del 31% en tramos muy acumulativos (10% desde enero, 10% desde marzo y 7% restante en mayo) para el primer semestre del año.

El convenio, a pedido del gremio, incorpora una cláusula de revisión como garantía de la suba de precios.

Sin embargo, la firma del entendimiento quedó atada a la negociación paralela entre el Ministerio de Transporte y los empresarios por el aumento de los subsidios del estado al sector. Allí persisten desacuerdos: los dueños de los colectivos piden un ajuste en los subsidios mensuales que reciben.

Según fuentes del sector, el Gobierno les ofrece un adicional mensual de $5.000 millones durante el primer semestre. Pero ellos dicen que necesitan una recomposición de $ 27.000 millones. La diferencia es suficiente, $22.000 millones. Estas divergencias desmoronaron la firma de la paritaria sectorial, por la que ahora el gremio amenaza con medidas de fuerza.