Suiza ingresa a Credit Suisse en UBS a precio de saldo para evitar su colapso a plena crisis bancaria

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Pagar algo más de 3.000 millones de dólares por quedarse con su rival. «Es decisivo para la estabilidad del sistema financiero mundial», dice el presidente suizo

Sede de Credit Suisse en Zrich.AFP
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Credit Suisse se ha convertido en la primera gran víctima del tormento burstil que se vive en los bancos desde hace una semana. El segundo mayor banco de Suiza y una de las entidades de referencia para las mayores fortunas del mundo ha cado arrastrado por la crisis de confianza que golpeó al sector desde el colapso del estadounidense Banco de Silicon Valley. Y no ha sido una cada cualquiera: Credit Suisse ha terminado en manos de su principal rival, UBS, por algoritmo de 3.000 millones de dólares (3.250 millones)un precio muy por debajo de los 8.000 millones de capitalización que marcó el viernes al cierre de los mercados.

«Es una solucin apoyada por el gobierno, que garantiz las condiciones marco para su xito», ha asegurado el presidente de Suiza, Alain Berseten una rueda de prensa a última hora de la tarde del domingo, una vez certificada la absorción.

El acuerdo implica pagar un precio muy lejano de los 1,86 francos suizos de sus títulos hasta el viernes. Incluso como rescate, el Gobierno suizo prácticamente ha regalado uno de los barcos insignia de las finanzas del pas.

La primera propuesta de UBS era incluso menor y apenas alcanzaba los 1.000 millones de dlares. Las directivas de Credit Suisse la rechazan al considerarla excesiva baja y con gran perjuicio para los accionistas y empleados que tienen acciones aplazadas, tal y como informar Bloomberg. En este escenario, el gobierno helvético se planta inclusive con una nacionalización total o parcial de la compañía, pero UBS termina subendo el ascenso y allanando el camino para la absorción.

Ha sido una venta a derribo, una colocación a costo de saldo que lleva el sello del Ejecutivo, los supervisores y los reguladores suizos. Todos han protagonizado un fin de semana frenético de negociaciones contra reloj con las directivas de ambas entidades para buscar una salida a la compañía antes de la apertura de los mercados este lunes. El acuerdo ha llegado finalmente en la tarde del domingo y contempla también una garantía equivalente a más de 9.000 millones de euros para reducir los riesgos en los que incurre UBS en la absorción, según la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter. Esta función de garantía «como si fuera un seguro» y cubrir eventuales prdidas «de un portafolio muy especfico» du Credit Suisse y nicamente si estas prdidas superan un umbral que la ministra no ha precisado.

ste ha sido uno de los principales obstáculos de la negociación. El banco comprador quera seguro un escudo legal que lo proteja ante futuras reclamaciones.

Pocos detalles

Hasta el momento conocemos pocos detalles sobre el plan de fusión, pero el presidente de UBS, Colm Kellenher, ha asegurado esta noche que el nuevo periodo que se abre será difícil para el personal de este último banco, que tiene más de 50.000 empleados en el mundo, 17.000 de ellos en Suiza. «Sern semanas y un tiempo dificil para los empleados. Intentaremos que este periodo de incertidumbre sea tan corto como sea posible», ha declarado también en conferencia ante los medios.

Ninguno de los oradores ha hecho una estimación del número de trabajadores que perderán su empleo como consecuencia de esta medida. Kellenher afirmó que tras esta transacción su banco permanecerá «slido como una roca» y que su estrategia en esta nueva etapa será la de «hacer crecer nuestro capital».

Entre los detalles que ha ofrecido, Kellenher ha dicho que para reducir el tamaño de la unidad de banca de inversión de Credit Suisse, que ha sido la que ms problemas le ha dado en los ltimos aos y la que estuvo involucrada en varios escndalos que mancharon su reputacin.

Esa banca de inversión «no representa más del 25% de los activos del banco», ha dicho el presidente de UBS en palabras recogidas por Efe. Tambin ha indicado que el Credit Suisse Primera Boston, la banca de inversión del banco absorbida en EEUU, seguir operando. «Estamos comprometidos a hacer de esta operación un gran éxito», ha asegurado el ejecutivo.

semana negra

La entidad viene de vivir una semana negra en bolsa tras la prdida de confianza por parte de inversores y clientes. Sus acciones se han desplomado un 26% y el temor de los reguladores y supervisores será que el castigo continúe ante la falta de un plan de viabilidad fiable.

Es la mejor manera de «restorar la confianza. Esta solucin no slo es decisiva para Suiza, sino para la estabilidad de todo el sistema financiero mundial»afirmó Berset durante la rueda de prensa, en presencia de los presidentes de los dos gigantes bancarios, Colm Kelleher por UBS y Axel Lehmann, por Credit Suisse.

Por su parte el Ministro de Finanzas, Karin Keller-Sutter, declaró que la quiebra de Credit Suisse podría haber causado «daos económicos irreparables». «Por esta razón, Suiza debe asumir sus responsabilidades más todas sus fronteras», añadió.

Las pérdidas de Credit Suisse se acumulan desde hace años, pero el banco bancario desatado por el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) en EEUU le ha dado la puntilla definitiva. La quiebra del banco estadounidense desató los temores tiene un nuevo contagio financiero global y el miedo se extiende en las bolsas de todo el mundo. Los principales bancos han sido presa de la huida masiva de los inversores en los últimos siete das sin que las llamadas a la calma ni los cortafuegos lanzados por los bancos centrales y los gobiernos hayan servido para contenerlos.

El hecho definitivo fue la retirada del apoyo de su principal acionista, el Banco Nacional Saud, el pasado mircoles. Sus acciones se desplomaron y la entidad se vio obligada a solicitar un rescate de hasta 50.000 millones de francos suizos al banco central de su pas, pero tampoco eso ha sido suficiente para acabar en manos, prcticamente regalado, de su mayor rival.

Fundado en 1856, Credit Suisse había encadenado años de prdidas millonarias. Slo en 2022 ya 7.293 millones de francos (unos 7.800 millones de dlares), lastrado por su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Verdor.

A los problemas financieros se suman muchos otros en torno a la reputación del banco, con varias dimisiones de sus directivos inmersos en distintos escándalos, que han causado una amplia remodelación de la directiva en los últimos años.

La principal estrategia puesta en marcha por Credit Suisse para intentar resolver una crisis es el ambicioso plan de reestructuración iniciado en octubre del pasado y otros. Este plan incluía el despido de 9.000 trabajadores en todo el mundo, una reducción del 15% de sus gastos y una ampliación de capital de 4.000 millones de francos (4.050 millones de euros, 4.300 millones de dólares) que suponía la entrada del National Bank Saud como principal accionista como. El plan ha quedado en papel mojado.

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