un fenómeno real con relativo impacto
Son cifras en las que a los diputados les hubiera gustado confiar hace unos meses. El miércoles 22 de febrero, la Dirección de Animación de Investigaciones, Estudios y Estadísticas (Dares), el servicio de estadísticas del Ministerio del Trabajo, publicó un primer estudio sobre el abandono de puestos de los empleados.
El tema había surgido de manera inesperada, en octubre de 2022, durante el examen del proyecto de ley “sobre medidas de emergencia relativas al funcionamiento del mercado de trabajo” que dio lugar a una reforma del seguro de desempleo, que entró en vigor el 1oh FEBRERO. A iniciativa de los diputados de derecha, y con el apoyo de la mayoría y del Gobierno, se había votado una medida para equiparar el abandono del cargo a la dimisión, cuando hasta entonces habían dado lugar a la destitución por culpa grave o grave. Como recordatorio, el abandono del trabajo describe una situación en la que un empleado abandona su puesto de trabajo sin haber informado u obtenido la autorización de su empleador. El propósito del cambio realizado por los parlamentarios es evitar la apertura de los derechos de desempleo a los empleados en esta situación.
La ausencia de estadísticas y estudios sobre este tema había sido objeto de debate, la oposición de izquierda acusaba al gobierno de sobreestimar la magnitud del fenómeno, mientras que el ejecutivo y Les Républicains evalúan el estado del aspecto masivo del problema basándose en las declaraciones de muchos líderes empresariales. Cuatro meses después, esta primera evaluación tan esperada finalmente está sobre la mesa. Resultado: el fenómeno es significativo pero su alcance en el seguro de desempleo debe ser puesto en perspectiva.
Procedimientos ampliamente respetados
En la primera mitad de 2022, el único período estudiado por Dares, 123.000 empleados renunciaron a sus puestos de trabajo, incluidos 116.000 con contratos indefinidos. Esto supone en torno al 70% de los despidos por culpa grave o grave en el sector privado, muy por delante de los de carácter disciplinario (27%), según el documento del ministerio. Sin embargo, los abandonos de CDI solo representan el 5% de todas las terminaciones de CDI durante el período, en comparación con el 43% de las emisiones. Aunque estas cifras no se analizan en absoluto en el estudio, indican sin embargo con bastante claridad que la gran mayoría de los empleados parecen respetar los procedimientos hacia su empleador.
En cuanto al impacto del fenómeno en el seguro de desempleo, el 55% de las personas que dejaron sus trabajos se registraron en Pôle Emploi dentro de los tres meses y el 43% abrió un nuevo derecho a las prestaciones por desempleo, aproximadamente 50.000 personas. Finalmente, según Dares, el 24% de los empleados despedidos por abandonar su puesto no están empleados ni registrados en Pôle Emploi en los tres meses posteriores a su salida.
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