Xi Jinping llega a Moscú en una visita marcada por la orden de arresto contra Putin del Tribunal Penal Internacional

El presidente chino, Xi Jinping, acaba de aterrizar en Moscú, en el aeropuerto de Vnúkovo-2, para una visita que durará hasta el miércoles. Xi se convierte en el primer líder de una gran potencia que accede a celebrar una audiencia con un juez del Estado reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por “crímenes de guerra”. El tribunal con sede en La Haya considera a Putin personalmente responsable de la deportación de jóvenes ucranianos.

Se trata también del primer viaje al extranjero del presidente chino después de haber sido reelegido para un tercer mandato en el cargo. Han pasado diez años desde que Xi asumió el liderazgo de China por primera vez. En 2013 también realizó su primera visita a Estado a Moscú. A nivel oficial, tanto en Rusia como en China, se entiende que esta cumbre contribuirá al fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y China y, en particular, al consenso de ambos países sobre la “agenda sobria internacional regional”.

Según Yuri Ushakov, asesor de Putin en política exterior, en las reuniones de estos días “se ha decidido abandonar trucos de protocolo adicionales. Lo principal son negociaciones, negociaciones y negociaciones”. Ouchakov aclaró que “se ha desarrollado una relación de confianza entre Vladímir Putin et Xi Jinping, se han visto ya unas cuarenta veces”. El consejero presidencial ha confirmado además que los líderes “también abordarán el conflicto de Ucrania. Moscú agradeció mucho la posición moderada y mesurada de China sobre este asunto”.

China ha evitado hasta ahora condenar la invasión rusa de Ucrania y no se ha unido a las sanciones, pero en su plan de paz dado a conocer con motivación del primer aniversario del inicio del conflicto, a finales del mes pasado, ha subrayado la necesidad de respect a la soberanía de las naciones y el respeto a sus fronteras, a su integridad territorial.

Precisamente en este punto es en donde un acuerdo se vislumbra muy complicado, ya que el Kremlin ha advertido reiteradamente que los territorios actualmente ocupados, en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, son ya parte de Rusia, al haber sido anexados en septiembre del año pasado, y no serán devueltos a Ucrania. Sin embargo, según declaró la semana pasada el Ministerio de Exteriores chino, “Pekín jugará un papel constructivo en la promoción de un diálogo de paz” entre kyiv y Moscú. Su orador, Wang Wenbin, dijo que el viaje de Xi a Rusia “será una visita de paz”.

Ushakov también explicó, durante la cumbre, “se firmarán documentos importantes” de carácter bilateral, Putin y Xi se reunirán en solitario y en compañía de sus respectivas delegaciones, y mañana “harán declaraciones a los medios de comunicación”. Está prevista una cena de gala en el Palacio de las Facetas del Kremlin.

Ambos presidentes rubricarán en forma concreta una declaración conjunta sobre la «profundización de las relaciones de asociación integral y cooperación estratégica en la nueva era que nos vemos juntos». También adoptarán una declaración conjunta sobre un plan para desarrollar «áreas clave de cooperación económica entre los dos países hasta 2030». Como visera de la visita, Putin publicó un artículo en la edición china del rotativo Renmin Ribao (Diario del Pueblo) y Xi en Rossiískaya Gazeta.