Fabien Roussel, “días felices” con sabor a ajuste de cuentas con Jean-Luc Mélenchon

El título es francamente optimista, Nos esperan días felices ; contenido, ligeramente más oscuro. El secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, promociona con cierto dolor su último libro, publicado esta semana por Editions du Cherche-Midi (160 páginas, 14,90 euros). Frente a la chimenea de ladrillo de su casa en Saint-Amand-les-Eaux (Nord), en una foto a doble página en Partido de París, encierra a su mujer, con los ojos desenfocados. Y confiesa a la revista “un tema que [lui] duele “el allanamiento de su domicilio en diciembre de 2022 a raíz de un artículo de Mediapart, en febrero de 2022, denunciando sospechas de empleo ficticio en su anticipado.

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En su libro, no dista mucho de señalar a los “rebeldes” como responsables de estas denuncias, calificadas como “mentiras”. “¿Parar ahora? La tentación ni siquiera me toca. Sin embargo, este es el sino manifiesto de este artículo y sus iniciadores. Los que me acusan son adversarios políticos”escribe M. Roussel.

Desde al menos la primera vuelta de las elecciones presidenciales, se ha instalado un resentimiento persistente entre la dirección del Partido Comunista (PCF) y la de La France Insoumise (LFI). Así lo resume la diputada de LFI por Seine-Saint-Denis Raquel Garrido, que lamenta este “guerra fratricida”, “Roussel generalmente paga la sospecha de haber hecho perder a Mélenchon”. Es en particular contra esta idea que el comunista toma su pluma. Los 400.000 votos que el candidato de LFI perdió para llegar a la segunda vuelta no son obra suya, alega. “¡Soy yo quien debería quejarme del papel de las urnas en los días previos a la votación, el retorno de los votantes, el “voto útil”! »

La “construcción en el dolor” de los Nupes

Las lecciones electorales de 2022 no dejan de confundir a comunistas y “rebeldes”. A Fabien Roussel, un poco como hizo el diputado de la LFI por el Somme François Ruffin tras las elecciones legislativas, no le faltan anécdotas para ilustrar el rechazo a Jean-Luc Mélenchon en su circunscripción: el ayudante a domicilio que dice preferir a Marine Le Pen a esta última para el simpatizante lanzando, al inicio de un mitin para las elecciones legislativas, “Como te has aliado con Mélenchon, no te votaremos”.

“Dar vida a una fiesta es aceptar que hay diferencias y desencuentros”, “Como suele ocurrir con nosotros, todo comenzó con una discusión colectiva” : difícil identificar todas las frases del libro que pueden leerse como críticas huecas al funcionamiento de LFI. Fabien Roussel marca su diferencia en el fondo, como con la energía nuclear, “un sector del futuro”, o su vinculación a partidos políticos. Y sobre todo en el trabajo, un tema clave, porque persiste en el camino trazado en septiembre de 2022 con sus críticas a la “izquierda de beneficio” y dice que es mantener empleos de calidad, salarios dignos y una sociedad “libre de ingresos sustitutivos”. ¿Su promesa? Se resume a modo de conclusión en una frase de Jaurès: “Para restaurar la dignidad de la clase trabajadora a la riqueza de la nación”.

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